Cuando alguien con demencia o enfermedad de Alzheimer es admitido en el hospital, es necesario asegurarse de que el personal entienda a la persona a la que está cuidando.
Los médicos, enfermeras y todos los demás miembros de la unidad que entren en contacto con los pacientes tratarán de tratarlos como individuos y no de acuerdo con su patología: «el bazo de la habitación 603». Desafortunadamente, en una unidad ocupada con personal frecuente y cambios de pacientes a lo largo del día, esa situación ideal no siempre coincide con la realidad.
También existe el peligro de que cuando los miembros del personal escuchen la palabra «demencia» se apresuren a sacar conclusiones sobre la enfermedad. Este problema puede ser un problema particular en las unidades donde el personal no está acostumbrado a tratar a las personas con demencia, como las salas quirúrgicas, en lugar de las preparadas para problemas de atención de ancianos o dificultades de salud mental.
Para evitar malentendidos, proporcione al personal la mayor cantidad de información posible sobre el paciente, tan pronto como sea posible en el proceso de admisión. La información útil incluye
El hecho de que la persona tiene demencia y de qué tipo: Esto puede parecer un poco obvio, pero si la admisión ha ocurrido a través de la sala de emergencias, el personal puede no tener un juego completo de notas. El conocimiento del tipo de demencia también es importante para ayudar a tratar de predecir las dificultades particulares que la persona puede tener. Las personas merecen un trato individual en lugar de un trato estándar y único para todos.
El nombre con el que a la persona le gusta que la llamen: El personal a menudo no sabe si ser formal e ir por «Mrs. Brown» o informal y usar «Celia». Algunos pacientes se sienten condescendientes por su exceso de familiaridad, mientras que otros encuentran que su título y apellido son impersonales e indiferentes. Los problemas también pueden ser causados si el nombre de pila de alguien es «Richard» pero siempre se le ha conocido como «Keith» (eso sucede). A menos que al personal se le diga lo contrario, usarán el nombre en los registros médicos.
Detalles de otras enfermedades: Dígale al personal sobre otras condiciones médicas como artritis o enfisema, sus efectos y la mejor manera de minimizar los síntomas. Si un paciente está en el hospital con neumonía, el personal puede no pensar en proporcionar analgésicos para la artritis en la rodilla del paciente, a menos que se le indique que lo haga.
Una explicación de las rutinas diarias de autocuidado: Esto cubre aquellas actividades que necesitan ser impulsadas y aquellas con las que la persona necesitará ayuda. Las actividades incluyen todo, desde cepillarse los dientes hasta ir al baño.
Cualquier requerimiento dietético especial o intolerancia: Tales detalles no sólo cubren las cosas grandes como una alergia a los cacahuetes o ser vegetariano de por vida; también es útil para el personal saber si alguien no soporta el pescado o si odia las pasas en las galletas. Señale los alimentos que la persona no puede masticar o tiene problemas para tragar. El rechazo a comer puede ser visto como un problema de comportamiento, o incluso puede llevar a la desnutrición mientras se está en la unidad.
Antecedentes sociales: Estos detalles cubren los nombres de las mascotas y los miembros importantes de la familia a quienes la persona es especialmente cercana; el tipo de lugar en el que vive; con quién vive o si está solo; y cualquier acontecimiento dramático reciente en la vida, como un duelo. Estos hechos no sólo ayudan al personal a poner nombres a las caras de los visitantes, sino que también les ayudan a entender si la persona habla en tiempo presente sobre personas y eventos del pasado. También dígale al personal si su ser querido es alguien a quien le gusta su propia compañía o si el aislamiento que puede sentir mientras está en el hospital tendrá un impacto negativo.
Prácticas religiosas o culturales: Los capellanes que sirven a todas las religiones practican en los hospitales, y se pueden hacer arreglos para que un paciente sea visitado por el clero de su elección.
Un aviso sobre los arrebatos: Hágale saber al personal si la agitación puede ser resuelta o evitada alentando a la persona a ser activa y móvil alrededor de la unidad con supervisión. También hágales saber que la tendencia a vagar puede ser amplificada cuando alguien con demencia se encuentra en un entorno desconocido con personas desconocidas.
La mejor manera de comunicarse. Las personas con enfermedad de Alzheimer o demencia pueden necesitar que se les hable despacio y con precisión, y la conversación debe cubrir un tema importante a la vez.
Detalles de quién tiene poder notarial, cualquier directiva anticipada y la existencia de una orden de no resucitar: Evidentemente, será muy angustioso para todos los implicados si un paciente es resucitado en contra de sus deseos. Asegúrese de proporcionar los números de teléfono actualizados para que el personal pueda comunicarse con usted en caso de emergencia, así como un miembro de la familia de respaldo si no puede ser localizado.