INDICE
- Salud
- Ejercicio
- 2 Mecanismos que estabilizan las articulaciones de su cuerpo para evitar lesiones
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El mantenimiento de la estabilidad física requiere más que una sola estructura que trabaje de forma aislada para proporcionar soporte a las articulaciones. En cambio, muchas partes – músculos, tendones, ligamentos, huesos y otros tejidos blandos – todos tienen que trabajar juntos para producir una articulación estable. Las articulaciones estables le ayudan a evitar lesiones, como dislocaciones del hombro y esguinces del LCA.
Los factores que ayudan a mantener la estabilidad suelen dividirse en categorías separadas: los mecanismos activos (los músculos) y los mecanismos pasivos (casi todo lo demás, como los ligamentos, las formas óseas, el cartílago, la cápsula articular, etc.). Los componentes de cada tipo de mecanismo deben comunicarse entre sí para proporcionar estabilidad.
Si los músculos (restricciones activas) no se disparan como deberían o son débiles, la estabilidad se ve comprometida, y si los ligamentos, tendones, etc. (restricciones pasivas) se han visto comprometidos, también se pueden producir lesiones. Alguien que ha tenido problemas de fuerza en los músculos o que ha sufrido una lesión anterior de ligamentos tiene un mayor riesgo de sufrir una lesión.
El mecanismo de retención activa
El mecanismo de sujeción activo (los músculos) es el componente contráctil de la estabilidad de la articulación. Estos músculos actúan sobre y alrededor de un conjunto particular de estructuras (sus articulaciones). No sólo depende de los músculos que actúan en una articulación para proporcionar las fuerzas necesarias para mover o propulsar objetos, sino que también depende de ellos para resistir las fuerzas que podrían causar lesiones.
Así es como funciona el mecanismo de restricción activo:
- La información sensorial se recopila continuamente alrededor de las articulaciones involucradas en una actividad. Esta información incluye cosas como qué tan rápido quiere ir, si está viajando cuesta arriba o cuesta abajo, si el terreno es irregular o liso, y así sucesivamente.
- Dependiendo de su capacidad para recuperar esta información sensorial, los músculos se adaptan en consecuencia. Los problemas surgen cuando un músculo o grupo de músculos está débil o no es capaz de interpretar la información que recibe de manera oportuna. En esta situación, el patrón de movimiento se desplaza, comprometiendo la estabilidad.
El mecanismo de restricción pasiva
Las estructuras que componen el mecanismo de restricción pasiva no se contraen y consisten en restricciones estructurales (como ligamentos, cartílagos, forma ósea, etc.) y componentes -llamados mecanorreceptores- cuya función es detectar información neurológica. Los mecanorreceptores son órganos sensoriales especializados que responden a estímulos mecánicos, como la tensión, la presión y el desplazamiento. Juntos, tanto los componentes estructurales del mecanismo de sujeción pasivo como los mecanorreceptores permiten que su cuerpo recopile la información que necesita en relación con el movimiento.
Los mecanorreceptores se encuentran en músculos, tendones, huesos, ligamentos y otros tejidos blandos. Cuando estas estructuras se ven afectadas por una actividad, la información se comparte y desencadena una respuesta refleja o hace que el cerebro cree un nuevo plan motor.
Debido a que estos receptores tienen que ser cambiados físicamente para responder, son susceptibles al tejido lesionado. Para entender esto, imagina que te has torcido un ligamento en el pasado. Ahora, como resultado de ese esguince, tu ligamento es un poco más largo. La próxima vez que tropiece, su tobillo se torcerá más antes de que el mecánico/receptor se active y reconozca la situación.